25 de mayo de 2011

Ilustración encontrada en Ana Sender (http://anasender.blogspot.com)

Tirar cosas cuesta.
O a mí siempre me ha costado. Pero últimamente le he cogido el gusto.
No sé cómo ha sido, pero de repente he dejado de comprender qué motivo me impulsaba a guardar tantos papeles, libretas, regalos, recuerdos; en resumen, trozos de algo que ya no existe.
Quizá sea el hecho de que ahora somos dos. Lo justo es hacer sitio en los cajones.
Pero lo más significativo es que al vaciar las cajas he tenido la sensación de que me vaciaba también a mí misma.
Supongo que lo importante es hacer sitio por dentro. Para seguir llenándote.
Y comprender que no es necesario conservar un objeto para mantener vivos los momentos que viven por sí mismos.

2 comentarios:

SantitAh dijo...

Puede ser. Pero hay cosas que permanecen mientras quizás nuestros recuerdos se van.

Que andes bien

JHVentura dijo...

nuestra memoria es un gran baul de los recuerdos y vivencias... lo malo para mi es que mi baúl esta dañado.