17 de abril de 2010

Qué va. Cómo iba a tener miedo de volar hacia un mar tan azul. Hacia un cielo tan claro. Hacia un sol tan cálido.
¡Hacia mi casa!
Qué tonta he sido.
Nunca más lo olvides, Isa, que no es bueno conferir tanto poder a las personas. Consentir que le quiten el color al mar. Ni olvidar la fuerza de los que con palabras, sonrisas, abrazos o paseos te lo vuelven a pintar.

Es que, a veces, las cosas dan tantas vueltas, y tan deprisa, que una se marea.
Sobre todo al despegar.

4 comentarios:

WMWìRiÄWMW dijo...

...tienes toda la razón!

Saludos, W.

Gala dijo...

¿ya has vuelto o son vacaciones?
besitos

Anónimo dijo...

Fui una semanita de vacaciones!
Estoy back in England pero ya no me queda nada para acabar... un mesecito y de vuelta a España!

Pesadillas de Papel dijo...

Estoy de acuerdo contigo en todo eso. Creo que últimamente me he sentido mucho así.