¡No sé que me pasa últimamente que no puedo parar de reír!
Me miro en el espejo y me río. Me río porque casi no he dormido, me río porque es la hora de comer.
En el trabajo ya se me conoce como algo parecido a "la petite qui sourit tout le temps". Y como eso de reírse a solas y sin motivo aparente me parece que está reservado a los niños y a los locos, me escondo cómo y dónde puedo para no desvelar ninguna de mis dos partes.
¿Será porque ha salido el sol?

¡Pero si me río hasta cuando llueve!

Y hablando de la lluvia, sólo quiero que no llueva mañana. Tengo un motivo tan estúpido como bonito (que por cierto, me hace reír).