
El vehículo B (o sea, yo) circulaba tranquilamente por un carril de la universidad, más feliz que una perdiz, escuchando por segunda vez consecutiva la que viene siendo mi canción del año; What I Like About You. De repente, el vehículo A (llamémosle chico despistado) ha salido de un párking, se ha saltado un stop y... ha dado un golpe por la derecha a mi pobre cochecito, que se ha quedado hecho un trapo.
Aunque, la verdad, el que se habrá llevado mayor sorpresa habrá sido el pobre propietario del vehículo C, que estaba aparcado sin nada que ver cuando mi coche se ha estampado de morros contra él a causa del impacto.
No nos ha pasado nada, ni a mí ni al chico despistado, aunque desde hace unas horas me estoy notando bastante dolor en las cervicales.
Ni siquiera me he puesto nerviosa. Eso sí, es curioso el momento en el que recibes el golpe y te das cuenta de que por mucho que lo intentes no puedes controlar el coche, y no sabes lo que va a pasar. Me ha dejado un poco de mal sabor de boca. Qué peligroso es.
Por suerte ha ocurrido en la universidad, donde hay un límite de velocidad de 40, y yo todavía respeto las señales.
Moraleja: que haya un stop, no significa que los coches se vayan a parar.
Y por cierto, es un rollo rellenar el parte de accidente.
Habrá que tener (más) cuidado.
Aunque, la verdad, el que se habrá llevado mayor sorpresa habrá sido el pobre propietario del vehículo C, que estaba aparcado sin nada que ver cuando mi coche se ha estampado de morros contra él a causa del impacto.
No nos ha pasado nada, ni a mí ni al chico despistado, aunque desde hace unas horas me estoy notando bastante dolor en las cervicales.
Ni siquiera me he puesto nerviosa. Eso sí, es curioso el momento en el que recibes el golpe y te das cuenta de que por mucho que lo intentes no puedes controlar el coche, y no sabes lo que va a pasar. Me ha dejado un poco de mal sabor de boca. Qué peligroso es.
Por suerte ha ocurrido en la universidad, donde hay un límite de velocidad de 40, y yo todavía respeto las señales.
Moraleja: que haya un stop, no significa que los coches se vayan a parar.
Y por cierto, es un rollo rellenar el parte de accidente.
Habrá que tener (más) cuidado.
7 comentarios:
Ufff! Hay que tener ojos en el cogote. A mi cada vez me da mas miedo coger el coche.
Menos mal que no te ha pasado nada.
Para celebrarlo hay que ir a ver a Sweeney Todd.
Ya sabes, esto es la ley de la selva.
Y tu cuidate esas cervicales, a mi el ron me relaja más que el voltarén :-P
Un beso y me alego de que no pasara nada.
Me alegro de que te lo hayas tomado con humor...
Ten cuidadín, que los coches los fabrica el diablo (dícese de mis actuales conciudadanos.
Muchos besos,
Sergio
Ays se fue ese dolor ya?
Cómo van las clases?? los tienes domesticados ya?? ^^
Besos!
Qué ha pasado hermanita?estas bien?POr qué no me has llamado?y de que clases habla Carlos?jo no me netero de nada y no paro de trabajar y estoy muy cansadita y me quiero ir a vivir contigo y quiero verte ya y te echo de menos mucho mucho :(((
Pobrecitaaa!
Sí es horible que el coche te controle a tí en vez de controlarlo tú a él...
Truco de mi fisio para el dolor en las cervicales: poner 2 pelotas de tenis en una media y apoyar la base del cráneo sobre ellas. Eso y el calor pueden ayudar un poco.
Muchos besos.
Oh! volviste! jeje ;)
Zeppelin? A ver si esta noche sí que sí... que ya toca una noche larga como dios manda :)
Nos vemos en el Four Seasons!
Muacks!
Publicar un comentario