
Me voy a esconder un poquito y mirar desde detrás del espejo, sin que nadie me vea, a ver qué pasa...
Hay demasiadas luces en la ciudad.
O tal vez no sean demasiadas, tal vez sólo sea cuestión de intentar mirar desde otro punto de vista, y dejarse convencer o sugestionar un poco, que no está tan mal, que huele a aire con sal y todos los rincones tienen nombre (y canciones).
...
Todo depende del día, del lugar, de la compañía.
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Habitación de Blanquita en el Segundo Piso.
Lady, el día que odiaba los espejos.
2 comentarios:
NaViDaD cReAtIvA
aÑo NuEvO oRiGiNaL!!!
:*
Y no ha estado nada mal!!
incluso me quedo con ganas de volver, estar más tiempo con la gente tan maja de Castelló, sus bares tan modernitos, contigo... quizá en verano con el solecito y la playa.
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