Qué raro se me hace.
De alguna manera no acabo de darme cuenta de que esta vez va "un poquito más en serio", que ahora sí que no sé cuándo podré volver.
He decidido no agobiarme demasiado estos días, como las demás veces que he venido durante el año, intentando ver a todo el mundo y a la vez aprovechar el tiempo (imposible y estresante).
Hay gente a la que no he visto (a unos no ha podido ser, a otros no los he llamado; por falta de tiempo y por eso de que no me acabo de hacer a la idea de que ya "no voy a estar!"), pero tampoco estoy en plan dramático como cuando me fui la primera vez (menudos ojos hinchados y rojos, trabajando en el Spoonful... Y eso que en aquel momento se suponía que iba a volver. Si yo lo admito: I LOVE DRAMA!).
No sé, alomejor como ya he estado un tiempo largo fuera, ya me estoy acostumbrando.
En fin, que tengo la sensación de que estos cuatro días que estoy pasando en Castellón marcan de alguna manera un antes y un después.
Y aquí pongo un poquito del antes (del "muy antes", vaya...!)