3 de enero de 2006

Me ocurre que las calles se me hacen largas en esta ciudad.
Me acostumbro a tener siempre un sitio bonito al que mirar, a no tener que dar explicaciones, a perderme, desorientarme y encontrarme después siempre en algún lugar insospechado...
Y como todo no lo puedo tener, me pierdo la oportunidad de compartir esta nueva vida con ciertas personas, que también inevitablemente se dispersan... Suena a tópico y más en estas fechas, pero ¡cómo pasan los años!
Ya falta poquito para volver a Granada...

No hay comentarios: