14 de diciembre de 2005


Resulta que al final una acaba acostumbrándose a todo, y hace falta que alguien venga de visita para volver a recorrer todas estas calles mágicas (y muy frías!!!), y seguir descubriendo lugares y rincones escondidos.
Así que después de este puente de paseos interminables (siempre cuesta arriba), de tapas para comer y cenar y de fotos en plan turista, además de acabar medio enferma y con el estómago hecho polvo, he podido volver a empaparme del encanto (que aunque es un tópico es verdadero) de esta ciudad en la que tengo la suerte de despertarme cada día.
Ay, pero qué frío hace!!!!
En la foto, con una niña muy bonita en el Mirador de San Nicolás, con músicos incluídos y la Alhambra gobernando al fondo...

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